El verano fue rápido y confuso, el desorden adquirido es un amigo más que con el aumento de las horas de luz también alarga su compañía. La apariencia duradera no me deja presentir el camino, la sed, el calor, me ralentizan, por lo que las cosas a mi lado aumentan significativamente de velocidad.
El verano fue rápido y confuso, sentí gelatina por mis venas, instintos primarios irreprimibles rompiéndome el pensamiento, la gente estúpida pasando a mi alrededor sin derramarse, sin perder el ritmo, vibrando constantemente en sus días de asueto, locos por hacer cuando no hay nada que hacer, estrés de fin de semana.
El verano fue compañía de otoño y primavera atrasada, hoy ya puedo descansar, hoy otoño entro en mí y me dijo al oído pero gritando: ¡piérdete en tu deseo mientras ves caer las hojas, que formarán el lecho donde podrás acurrucarte y retomar fuerzas de invierno y frío, con el que templar tu alma, débil de calor!
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