De entre todos los comunes denominadores que nos hacen personas ayer me descubrí aprendiendo uno, llorar de felicidad me hace mejor persona me aleja de todo el estrés endemoniado, me produce la sensación paz placentera que perdí no hace mucho pero que tanto de menos he echado, harto de personas sin fondo, que les jodan a las muy cabrunas, ya solo nado a favor de la corriente.
Voy a disfrutar del verano loco, de mi niña espiral, de girar y gritar, de flotar, de la extrema delgadez, del exceso contrario que me dará la calma tal vez perpetua, puedo decir que ya he visto la señal. Nos vemos en el infinito mundo incandescente que me rodea, aspirar el humo si queréis seguir mi estela…………..
domingo, 13 de junio de 2010
Suscribirse a:
Entradas (Atom)