domingo, 30 de mayo de 2010
busco madre mientras pierdo padre
Tumbada en la base de un sauce llorón, crucificado por sus raíces me siento la mujer dormida que espeta simiente, busco el sueño reparador que no doma mis pesadillas. El sauce ciego que me conoce por el roce de sus raíces, el suelo húmedo a sus pies que extraña vez recibe el sol, sustentado por las ramificaciones infinitas del sauce viejo, sauce sabio al que ruego sanación. En la jodida actitud pasiva a la que me someto cada día por desengaño con occidente rezo a tus pies sauce, tú que eres cielo y tierra, eres dual y centenario, tú comprendes el espacio infinito entre mi mente y mi cuerpo, dime como acortarlo o crucifícame de nuevo. Espero un hijo al que adoraré por curar mi hemorragia ciclolunar pero detesto su presencia en el vientre y no paro de vomitar sensaciones y alimentos a medio digerir, maldito sexo contrario, del deseo a la reproducción, ahora abandonada bajo el sauce llorón de largas melenas y raíces asexuadas que pronto buscarán mi sexo cansado de mentiras, confusiones y promesas, acaríciame sauce hasta tocar al desgraciado feto y rájalo en el bajovientre, no deseo nada masculino dentro de mi, nunca jamás.
sábado, 22 de mayo de 2010
de extraños nombres mujeres preciosas
Y asciendo a niveles fronterizos dónde todo pierde su sentido, al menos el sentido lógico que nos jactamos conocer. Vuelvo a ser hombre de raya, de linde, de equilibrios en bordes y precipicios.
Por los “te quiero” tantas veces repetidos que siempre se quedan pequeños los midas como los midas, que ya no comprendo nada que no tenga que ver con el rojo, por la frontera entre el amarillo y el naranja que todo ha vuelto a tener sentido, pero que lejos de buscar una conformación busco la infinita exploración en tu sistema, partiendo de la forma de tu flequillo hacia el azul de tus ojos libres como planetas tierra inmaculados por la luz solar flotando en un tazón de leche pura. Que ya nada me adormece, que mis cafés saben a sexo “Ginger” y a noches de hacer el amor con la luz encendida escuchando músicas cuyo baile implique un movimiento continuo y toxicológico de caderas e infinitas repeticiones, el bucle pornográfico en el que andamos liados.
No me despiertes nunca y yo no dejaré de morderte…….
Por los “te quiero” tantas veces repetidos que siempre se quedan pequeños los midas como los midas, que ya no comprendo nada que no tenga que ver con el rojo, por la frontera entre el amarillo y el naranja que todo ha vuelto a tener sentido, pero que lejos de buscar una conformación busco la infinita exploración en tu sistema, partiendo de la forma de tu flequillo hacia el azul de tus ojos libres como planetas tierra inmaculados por la luz solar flotando en un tazón de leche pura. Que ya nada me adormece, que mis cafés saben a sexo “Ginger” y a noches de hacer el amor con la luz encendida escuchando músicas cuyo baile implique un movimiento continuo y toxicológico de caderas e infinitas repeticiones, el bucle pornográfico en el que andamos liados.
No me despiertes nunca y yo no dejaré de morderte…….
lunes, 3 de mayo de 2010
Elvis pensaba en tí
En rojo terminé el mes de abril, mes de estrés y de amor, mes de mucho futuro en el que dejo de sentirme extraño. Solo pedí un deseo y no hubo forma de que no se cumpliera, mi sexo dolorido de tanto amor, la palabra que empieza por “a” que tanto tiempo tardó en volver a mi boca, lasciva en su forma, en su sonido redondo y hueco. En tu piel transparente se intuye el deseo infinito que estoy dispuesto a saciar mientras no abandonemos la promesa, morderte el cuello hasta hacerte sangre lamerla poco a poco disfrutando de su sabor y balbuceando “te quieros” húmedos y rojos a cada golpe de mis caderas. No pienso disimular la histeria a la que estoy sometido, bienvenidos a la espiral de los tejidos y fluidos.
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