LA GUERRA DEL FIN DEL MUNDO

martes, 14 de junio de 2011

cualquier cosa vale

Latido a latido, con el infarto por bandera, soy el país más vulnerable del planeta. Mi frontera es la espiral y el bosque de coníferas, mis recursos son el miedo y el desorden, mi moneda es color plata, delgada y muy afilada. El gobierno lo forma un selecto grupo de neuronas de carácter vago y como requisito imprescindible ser menores de edad, por la frescura de sus pensamientos radicales y curtidos por el lema:”primero realizar la acción, luego reflexionar sobre la reacción”.  Mi país responde a  varios nombres cooficiales, pero una de sus cualidades más positivas es que lo puedes nombrar a tu gusto sin miedo a no encontrar respuesta. En realidad es el gran país de la contradicción, es paz y guerra, norte y sur,  los poemas más dulces leídos de la forma más amarga. Mi país es un lugar lleno de albercas teseladas y de estancias con miríadas inexplicables,  no participa en la campaña espacial, más concretamente mi país se mofa de esta campaña. En mi país viven seres que son capaces de vivir sin agua, sin respirar o respirando CO y algunos son tan grandes y otros tan pequeños que el tonto ojo humano ni siquiera los intuye, igual que el resto de sus atrofiados sentidos. Es un país de desnudos  y descalzos, de habitantes kársticos y objetos monstruosos, de bebidas de mercurio como refresco oficial del juego de pelota, mi país es un globo irregular y amarillento, es mi país el lugar más habitable de la tierra, sentíos follados terrícolas porque mi país es solo NUESTRO

lunes, 13 de junio de 2011

amor bajo cero

¿Qué pretendes al decirme: me he follado a casi todos mis amigos?
Es como algo superabsurdo, yo no acabo de encontrarle la razón, es un poco como jugar a la ruleta rusa entre dos personas sin decírselo a la otra. No es que me moleste pero me parece un intento de marcar una frontera a la que yo no quiero acercarme. Porque ¿qué pensarías si yo emitiera  juicios de ese estilo? los que yo simplemente evito ya que no creo que vayan a ofrecer datos que nos sirvan.
No me gusta nada que frivolices con las cosas que para mí y la mayoría de la gente de la que me rodeo todavía conserva cierto valor sagrado. Una vez me dijeron de una chica que venía conmigo a clase: me he follado a tu amiga y no vale nada. Y me dolió mucho, por el hecho de que  yo jamás pensaría algo así de la otra  persona,  me pareció algo muy  sádico. Solo puedo decirte que te cuides de tus palabras y de tus compañías.

Abatido por el peso de las pestañas y con dos cuchillos por pulmones, no atiendo a expectativas, encuéntrame hoy si puedes o piérdeme para siempre.