Destruir y empezar de nuevo, derrumbarse y rodar por el suelo, entre lo amargo y lo dulce hay un montón de vidas por descubrir, vidas pausadas o frenéticas, en espiral o paralelo, esquizofrenia o paranoia, drogas de mil sabores, paisajes verdes, azules y marrones, la madre tierra que todo lo absorbe sin escupir, que nos da un sostén, mientras nosotros solo le damos preocupaciones.
Las formas pasadas, el rollo vintage, moldear la realidad a nuestro gozo, una forma como otra de cobardía disfrazada, futurismo indiscriminado o interés por que el día del juicio final se adelante, no lo entiendo muy bien pero es como jugar con plastilina, todo lo queremos blando, moldeable y de mil colores.
Preferimos al jardín donde pastan los héroes el desierto donde mueren los sabios desterrados.