La madre es la ausencia, el padre el dolor que la jode, la distancia, medicina recetada que siempre se convierte en placebo, la pastilla cargada en una pistola que casi cualquiera puede disparar y dar de lleno.
Yo prefiero desnudarte, ponerte bocabajo en la cama y acariciar tu cuerpo con la cara y la cabeza, empezar por la espalda, recorrer el pasillo de tu cuello, frotarme fuerte contra tu pelo y luego disfrutar de tus piernas y tu sexo. Darte la vuelta y silbar tus pezones, lijar todo tu frente con mi testa para acabar chupándote como leche para gatos.
Penetrarte y golpearte con mi cadera mientras pones caras raras, darte media vuelta luego vuelta entera para acabar perdiendo la cuenta de los 360. Prefiero derramarme donde el destino dicte y frotar el glande sobre tu piel intentando hacer surco, darte un bonito beso y un dulce abrazo y dejarme al sueño a tu lado, allí encontraré aliados, allí en el sueño viviremos todos más tranquilos……
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