LA GUERRA DEL FIN DEL MUNDO

miércoles, 9 de septiembre de 2009

septiembe

El postre se intuía sabroso, de una textura genital, extraño, feo pero apetitoso. Entonces recordé que las peluquerías de coños y pollas siempre me habían parecido algo muy de gente rara, mas que ostias, en ese momento se tornaron de una cotidianidad casi insoportable, insultante. No logre encontrar la cuchara adecuada para comer y no logre encontrar la fuerza suficiente como para soportar el apetito.
Y así comencé septiembre y así os lo cuento el 9-9-09, solo espero que esto vaya a mejor……

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