LA GUERRA DEL FIN DEL MUNDO

viernes, 22 de enero de 2010

demasiado amor para dar

Me entiendes y me consideras, me urges, me entregas, me mezclas, me salas, me deseas.


Te temo, te huyo, te esquivo, te diluyo, te adorno, te rompo, te sigo, te escondo.

Me tiendes en el suelo de tu habitación helada y me desnudas, me compras con una sonrisa, me meces entre tus rodillas y tus brazos, me intentas convencer de que soy tu hijo, de que no me vas a hacer daño.

Te miro y me hielo, te temo y te ríes, intento zafarme de ti mientras tú aprietas con más fuerza, me clavas en tu cuerpo más y más conforme más tiemblo. Te siento como una cárcel, agarras mi sexo con tesón y lo agitas, se pone duro, lo agitas violentamente, yo me retuerzo, eyaculo a duras penas, estoy paralizado.

Te desvistes y con mi semen bien guardado en tu mano izquierda ya casi líquido frotas tu cuerpo, te ríes de nuevo y me haces gritar que eres virgen: ¡VIRGEN!

Me aturdo aún más y salgo de la habitación corriendo, huyo, corro por el pasillo, el pasillo es infinito y solo puedo pensar: “joder, donde están los putos precipicios cuando los necesitas”.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

entre tormentas de agua,
entre tormentas de viento,
entre tormentas de aire.
busco compañia k me de fuerza.

miles de rayos caen a mi alrededor,
la tormenta se acerca, sube el viento de abajo, baja el viento de arriba,
la tormenta perfecta se esta generando.
ya esta cerca.

afilar las hachas, la tormenta se hacerca.
afilar las hachas.

accion-x

Anónimo dijo...

afilo hachas y espadas, salo cuerpos moribundos...