LA GUERRA DEL FIN DEL MUNDO

sábado, 11 de febrero de 2012

ZAP

Ya sé que parezco estúpido pero aunque no lo creas he aprendido algunas cosas últimamente: Aprendí a aceptar las lágrimas perdidas en un día de lluvia sobre la húmeda ciudad, aprendí  a participar de una vida dividida, mi cerebro coge un globo y se pierde entre las nubes, mis cartas siguen sin valer nada, maldigo santos y beatos y arrastro mis pecados como el León de Natuba sin un mesías  que me guíe. Aprendí a temblar ante mi estado de descomposición y a reír ante la guerra del fin del mundo,  a estallar mi ira tirando el cielo contra la tierra mientras escarigrafío mi cara con signos inventados sintiendo incomprensible lo comprensible y balbuceando la palabra eternidad. Aprendí a hablar de un modo ordenado para no decir más tonterías lo que por otra parte no me ha ayudado a ser feliz, a dejar a un lado el futuro y vivir encaramado a los segundos de cada día.
Quiero seguir creciendo, quiero seguir creyendo, aprendiendo, lejos de las dudas y de los agobios, lejos de las luces artificiales mirar desde nuestros dos ojos, el sol y la luna como gafas para mirar hacía lo pequeñísimo y lo inabarcable. Seguir colgado de las piedras, leer miles de libros, ver muchas películas, hacer el amor muchas mañanas, ver a mis padres envejecer juntos felices como niños al revés, bocabajo riéndonos con toda la sangre en la cabeza. Que el miedo no limite mis actos, que la madre naturaleza sobreviva a nuestro espolio, que pueda criar un retoño en algún sitio verde y azul.
PAZ 

1 comentario:

Anónimo dijo...

!atnacne eM¡
Pienso verde, azul, natural...
¡como tú!
Besitos. Paz