LA GUERRA DEL FIN DEL MUNDO

martes, 14 de junio de 2011

cualquier cosa vale

Latido a latido, con el infarto por bandera, soy el país más vulnerable del planeta. Mi frontera es la espiral y el bosque de coníferas, mis recursos son el miedo y el desorden, mi moneda es color plata, delgada y muy afilada. El gobierno lo forma un selecto grupo de neuronas de carácter vago y como requisito imprescindible ser menores de edad, por la frescura de sus pensamientos radicales y curtidos por el lema:”primero realizar la acción, luego reflexionar sobre la reacción”.  Mi país responde a  varios nombres cooficiales, pero una de sus cualidades más positivas es que lo puedes nombrar a tu gusto sin miedo a no encontrar respuesta. En realidad es el gran país de la contradicción, es paz y guerra, norte y sur,  los poemas más dulces leídos de la forma más amarga. Mi país es un lugar lleno de albercas teseladas y de estancias con miríadas inexplicables,  no participa en la campaña espacial, más concretamente mi país se mofa de esta campaña. En mi país viven seres que son capaces de vivir sin agua, sin respirar o respirando CO y algunos son tan grandes y otros tan pequeños que el tonto ojo humano ni siquiera los intuye, igual que el resto de sus atrofiados sentidos. Es un país de desnudos  y descalzos, de habitantes kársticos y objetos monstruosos, de bebidas de mercurio como refresco oficial del juego de pelota, mi país es un globo irregular y amarillento, es mi país el lugar más habitable de la tierra, sentíos follados terrícolas porque mi país es solo NUESTRO

1 comentario:

Anónimo dijo...

http://www.aida-americas.org/es/project/belomonte