LA GUERRA DEL FIN DEL MUNDO

sábado, 20 de marzo de 2010

morir matando, matar muriendo

Planteas dudas concisas, acuérdate que cuando nacen los ancianos los niños se suicidan. No es un problema de sucesión de actos inexplicables, si no el problema se nos plantea en su orden y mando común, mientras, no me interesa que pierdas consciencia. De cuclillas por la vida y saliendo por la puerta de atrás y no siempre vamos a quedar en el mismo sitio, las personas y en concreto yo, no somos relojes suizos, ¿te acuerdas? cuando las canciones de “los planetas” sustituyen nuestra vida afectiva, me suele entrar hambre y saudade a la vez, te confieso que es una sensación de lo más extraño. Estoy empezando a tener de nuevo ganas de subirme al muro de algún frontón para beber cervezas y cantar canciones, eso sin duda me aleja de ti. Confieso que he pecado, confieso que ha sido conscientemente, confieso que tú me acabas uniendo a la vida, incluso a veces más de lo que me separas de ella.


No voy a caer, no va con mi personalidad, con una vez basta.



CON PÉTALOS SAGRADOS UNGIRÉ TU SEXO

HARÉ DE ÉL UN BELÉN OCUPADO

PREFIERO UN ÁNGEL SIN ALAS A UN DIOS

PERFECTO, BUSCAME MIENTRAS PUEDAS

No hay comentarios: